El día 16 de mayo de cada año se celebra la festividad de
este Santo, reconocido como Patrono de la Panadería Argentina por bula
papal.
Patrón de los Panaderos
de Argentina
Leemos en un interesantísimo libro publicado en
Francia que el verdadero Santo Patrono de los panaderos en Italia y Francia
San Honorato. No cita a España, donde en Barcelona San Honorato
tiene su iglesia, y el autor ignora, por reciente, que la incansable actividad
de Don Ángel Di Stéfano, el Santo Padre Juan Pablo II designó
a San Honorato como Santo Patrono de los panaderos argentinos. El 16 de
mayo, se cumple el aniversario del transito del Santo ocurrido en esa
fecha en el año 600 de nuestra era. Ese dia se dan cita los panaderos
de Europa para rendirle fervoroso culto, y en la Argentina al dia 18 se
celebrará una misa con procesión en la catedral de Morón,
y descontamos la celebración homenaje en Tucumán, al Santo
panadero milagroso. Porque San Honorato fue un santo milagroso.
Su historia y leyenda están llenas de aconteceres misteriosos.
Extractado del "El Folklore
del panadero" de Christian Bouyer.
La historia de San Honorato según Christian Bouyer
El octavo obispo de Amiens lleva una existencia simple y
no conoció martirio. Su culto esta ligado al pan. Él reunió
a los molineros, a los comerciantes de harina, a los panaderos y a todos
aquellos cuya actividad se desenvuelve alrededor de ese símbolo,
el pan. Nacido en villa de Pontbieu, Porte-Grand, a comienzos del siglo
VI, en el seno de una familia hondamente religiosa y muy honorable, Honorato
recibió desde una edad muy joven una esmerada educación
por parte del obispo de Amiens, el futuro Saint Béat; a la muerte
de este ultimo hacia 544, los fieles designan a Honorato para sucederle,
la leyenda se apodera de Honorato según ella; no se creía
suficientemente capacitado para ese cargo, Honorato se rehusaba cuando
un misterioso rayo de luz y un bien sagrado aparecieron sobre su cabeza;
ello fue la consagración divina. La leyenda dice que en ese mismo
instante la nodriza de San Honorato se disponía a cocer el pan
en el horno paterno y se negaba a creer en ese prodigio, que solo aceptaría
si la pala de hornear que tenia en su mano echara raíces. Tal sucedió
al instante y se vio crecer una morena cubierta de follaje y de flores.
Desde ese entonces floristas y panaderos se disputan el Santo Patrón.
Los milagros de San Horonato
Se cuenta muchos milagros del Santo Patrón cuando
celebraba la Misa en Saint Acheul, un domingo de Pascua, la mano de Cristo
apareció en medio de una nube luminosa, tomó ella misma
la hostia y da la comunión al obispo. De esta mano divina hay testimonio
en los blasones de la Abadía de Saint Acheul.
La obra de San Honorato comporta la evangelización de ciertas regiones
en las que él obtuvo numerosas conversiones. San Honorato murió
el 16 de mayo del 600 en Porte-le-Grant durante el curso de una visita
episcopal y fue enterrado en su ciudad natal bajo el altar mayor de una
iglesia construida en su honor.
Muerto San Honorato, el fervor popular se apodera de sus milagros y sus
reliquias.
En ocasión de una invasión normanda, sus
restos fueron protegidos en Amiens. Luego se llevan sus restos a la iglesia
de San Pedro y San Pablo; se cuenta que el crucifijo que domina el coro
se inclinó él mismo ante los restos de San Honorato. Este
Cristo con la cruz se le conoce con el nombre de San Salvador. Se le ve
todavía en la Catedral de Amiens, en cuyo Portal meridional llamado
el Portal de la Virgen Dorada, esta consagrado parcialmente al Santo.
Milagros ante Sequías e Inundaciones
San Honorato fue igualmente invocado ante la ocurrencia
de fenómenos climáticos regionales. En 1060 en ocasión
de una sequía espantosa arriesgaba la perdida de las cosechas,
la urna en que se guardaban sus reliquias fue sacada y llevada en procesión
alrededor de las murallas de la ciudad; la lluvia comenzó a caer
en abundancia.
En 1663, al contrario la procesión detiene las lluvias
que en diluvio se abatían sobre la gente de Amiens. Salvando las
cosechas, San Honorato señala claramente a los molineros y panaderos,
sus protegidos. El culto de San Honorato desborda los limites del obispado
y se extiende a todo el país y más allá de las fronteras:
En el siglo XV el obispo de Amiens, se transforma en el Santo Patrón
de todos los panaderos. En 1659 Luis XIV precisa que cada panadero "debe
observar la fiesta de San Honorato, asistir el dia 16 de mayo al servicio
divino y pagar todos los domingos una retribución para subvenir
a las expensas de la comunidad".